
En las últimas semanas hemos visto una pugna sin igual sobre los efectos positivos y negativos de la eventual reforma tributaria impulsada por el gobierno de Michelle Bachelet. Lo cierto es que, al parecer el debate tiene mucho paño que cortar y los más optimistas señalan que las medidas definitivas solo se conocerán al finalizar el gobierno de la nueva mayoría, es decir en 4 años más.
La Reforma tributaria, lamentablemente ha pasado desde un debate técnico a uno político. Hemos sido testigos de una seguidilla de videos con argumentos en contra y a favor y realmente ha desorientado a la gran mayoría de las personas, que a estas alturas no saben a quien creerle.
Para clarificar un poco el debate comunicacional en el cual estamos inmersos, primero debemos señalar que la discusión se ha cerrado a una pequeña elite, que dirime los pasos a seguir y la “gran masa” mira sin entender ni comprender elementos técnicos complejos que son expuestos por ambas partes, y solo se hace partícipe por un entusiasmo ideológico más que científico sobre los resultados que tendrá en sus respectivos bolsillos la reforma del nuevo gobierno.
Dentro del escenario de posturas logro identificar a 4 tipos de personas.
1) Los que defienden la reforma del gobierno. Estos “voceros” señalan que al fin, un gobierno se atrevió a meterles la mano en el bolsillo al 1% más rico, logrando beneficios sociales para la gran clase media que por primera vez se ve beneficiada de un cambio en los aranceles tributarios. En este grupo están todos los partidarios de gobierno y todos los que creen y confían en que las cosas realmente son como las autoridades lo señalan.
2) Los que atacan la reforma tributaria. Acá está toda la derecha chilena y todos los que no se sienten representados por ningún partido y la extrema izquierda que señala que la reforma no es lo suficientemente agresiva con los grandes capitales. Como pueden ver acá tenemos a los extremos políticos unidos en echar por tierra la reforma del bloque oficialista. El argumento de la derecha, es que frenará el crecimiento, y por consiguiente, habrá menos riqueza que repartir y lo que se buscaba generar “igualdad” terminará ocasionado mayor desigualdad y diferencia entre las clases sociales chilenas. En cambio la extrema izquierda la crítica por lo liviana, poco rápida y contemplativa que es contra los grandes grupos económicos, señalando que poco y nada cambia y que será financia por la clase media nacional.
3) Acá están los “desinformadores” aquellos personajes que sabiendo y conociendo el verdadero impacto de la reforma, salen a los medios a ventilar informaciones equívocas de las consecuencias que tendrán las medidas tributarias. Estos por lo general persiguen intereses privados e individuales y podrían verse muy perjudicados o beneficiado por algunas de las medidas y saldrán a confundir a la opinión pública para desorientar sobre los verdaderos debates centrales de la reforma.
4) Los que critican toda medida que tome cualquier gobierno sobre cualquier índole. Estos son personajes que se oponen a todo y siempre, pero siempre bajo la circunstancia que sea, se ven perjudicados y reclaman por el hecho. Por lo general este tipo de medida, es la razón por la cual no progresan y no tienen éxito en sus propias vidas. Se debe estar muy atentos a este tipo de personas que por lo general opinan de este tipo de medidas sin estar informados y tienden a confundir más a los “desinformados” que no expresan su opinión en su círculo de amigos.
En definitiva, siempre la mejor opción es leer, investigar y sacar sus propias conclusiones. La mayoría de las medidas están disponibles en los sitios Web oficiales y enterarse de los argumentos en contra y a favor siempre abrirá nuevas perspectivas de pensamiento. Pensar que el gobierno todo lo hace para favorecer a los que menos tiene, en estos tiempos parece ser un pensamiento bastante ingenuo, considerando las grandes sumas de dinero que hay de por medio, sin existir aún una ley de transparencia que garantice que no sean estos mismos quienes financian las campañas de los recién electos autoridades. Pero pensar que el bando de oposición, se opone a la medida porque quieren realmente “repartir” de mejor forma la riqueza, suena a lo menos extraño a estas alturas.
Si no sabe a quien creerle, no tiene por qué creerle a nadie. Lea, Infórmese y vea si es usted a quien aprieta la nueva reforma y allí recién sabrá a quien ayuda o perjudica la nueva reforma tributaria que tanta controversia ha generado en las últimas semanas.